Desde que dejó el Ministerio de Cultura de Brasil, en 2010, Célio Turino ha sido invitado a viajar a distintos países de Latinoamérica para hablar sobre este modelo de política pública que ayudó a crear y que ha establecido nuevos parámetros de gestión y democracia, aplicando conceptos como Estado-red (Manuel Castells) y Estado ampliado (Antonio Gramsci). Teniendo como base de apoyo los Puntos de Cultura (las entidades o colectivos reconocidos y certificados por el gobierno), el programa Cultura Viva apostó por un proceso desde abajo hacia arriba, dando fuerza y reconocimiento institucional a organizaciones de la sociedad civil que ya desarrollaban actividades culturales en sus comunidades.En los últimos 12 años, fueron más de 50 viajes por países latinoamericanos para hablar sobre Puntos de Cultura y compartir sus ideas sobre la cultura viva comunitaria, el buen vivir y la cultura del encuentro. Invitado para conferencias, charlas magistrales y encuentros con representantes de gobiernos, instituciones y organizaciones culturales comunitarias, Turino se ha acostumbrado a hablar. Para este libro, sin embargo, quise escuchar y observar.Para recopilar las experiencias presentadas en Por todos los caminos, el historiador pasó cuatro meses de 2017 viajando, visitando comunidades, reencontrando amigos, conociendo gente, escuchando historias, observando, anotando. En sus andanzas, de México a Chile, del Atlántico al Pacífico, atravesando Centroamérica, con sus volcanes y recuerdos, pasando de la selva al desierto, de los llanos a las montañas, de las metrópolis a las villas y pueblos, pudo observar originales laboratorios de reinvención de la vida social, de la política, de la economía y de la relación del ser humano que se reencuentra con la naturaleza. Era eso lo que pretendía compartir con este libro.Libro cartaPor todos los caminos: Puntos de Cultura en América Latina es un libro carta, según el autor, con historias que él ha visto, vivido y sentido. Una carta con historias de prácticas ancestrales y comunitarias que nos rodean, con narraciones de personajes vivos, activos en sus territorios, que le llamaron la atención por lo que tenían de excepcional y también por lo que tenían en común. Una carta al pasado,en busca de luz y fuerza para la reinvención del futuro. Una carta al presente, para aquellas personas que, a diario, cambian el mundo desde sus comunidades.Para este libro cambié mi rol, era un oyente, y en la escucha me esforcé en transmitir las historias como narrador, ofreciendo elementos para que las personas pudieran adentrarse en estas historias, conociendo a las personas y sus formas de pensar y actuar. Hoy en día se habla mucho de identidades, pero la identidad sin alteridad no genera solidaridad y emancipación colectiva. Con el libro intenté demostrar que es posible hacer que la alteridad y la identidad vayan de la mano, comentó el autor en entrevista a IberCultura Viva.La publicación está dividida en dos partes. En la primera, más teórica, el autor explica los conceptos fundamentales y trata de demostrar cómo la cultura viva se lleva a cabo a partir de ecuaciones matemáticas. En la segunda parte, dedicada a historias de vida y procesos culturales impulsados por organizaciones en sus territorios, él cambia su forma de escribir, ubicándose como un narrador que va cosiendo puntos de identidad ancestral y contemporánea de los diferentes países a los que visitó, hablando de la gente común y su capacidad para cambiar sus realidades. Común quizás no sea la palabra más apropiada, aunque este es el concepto historiográfico, porque son personas e historias extraordinarias, señala.