Relámpagos de éxtasis en busca del desorden sentimental

En la presente obra se refleja al poeta que siempre viaja, que siempre trata de descubrir al amor con sus vivencias, al poeta moderno que no encuentra rincón para soñar y escribir.Al poeta que se deteriora por las mañanas y renace por las noches, al poeta que ven en la calle y que juzgan de loco, al ser vivo que todo mundo desconoce, al espía que nunca duerme y siempre está en el filo de la muerte buscando respuestas. Refleja los poemas de Néstor Alvarado, un poeta y médico, el cual se enamoró de las palabras de Aldous Huxley y de James Douglas Morrison.La musa es la que obliga a escribir al poeta, es por la que sufrimos, es el motivo por el cual no dormimos. Es la persona que nos hace recordar lo mortales e insignificantes que somos, es tan solo el amor que se fue y que añoramos al estar abandonados.Solo las personas que aman como locos saben lo que significa la muerte. Todo el tiempo extrañamos, todo el tiempo amamos, todo el tiempo estamos olfateando su destilado olor de finita amante.El poeta no domina las palabras, solo se deja llevar por ellas, las recoge en un río solitario y las vuelve a echar a andar, para que vuelvan a enamorar, para que vuelvan a matar a los enamorados.Volvamos a las palabras que embellecen, volvamos a las palabras que asfixian y carcomen por las noches, volvamos a ser poetas.