De vidrio templado

Bajo el título De vidrio templado José Luis Miranda Cruz ha reunido 84 poemas que estuvo retocando entre el verano de 2018 y enero de 2020. Forman un conjunto poético intimista, una meditación sosegada sobre el entorno reservado para sí mismo, como mirar las cosas del mundo visible desde un prisma personal que quiere abrir a los demás. Es el ofrecimiento de un íntimo proceder para dar la bienvenida a las dádivas de la existencia. El libro contiene un conjunto de vivencias subjetivas que explayan el desaliento, la soledad, la derrota del amor, la duda existencial, los recuerdos o el trasvase de la infancia y juventud. El paso del tiempo avizorando lo cotidiano comprometido.Los poemas se caracterizan por la precisión de la palabra que, una vez fraguada, los engendra. No surgen como consecuencia de un proceso voluntario y consciente, son versos que brotan de la realidad que rodea al poeta y repercute en él. En el preámbulo al poemario, nos narra cómo y por qué encuadró su creación con el nombre de De vidrio templado: «Me rondaba en la cabeza durante algún tiempo titular de esta manera a una recopilación de poemas, porque este tipo de cristal está procesado para tener una mayor resistencia, tal y como deseo a la poesía en general, que persista y sea tenaz e infatigable. Bien es cierto que al romperse esta clase de vidrio se desmenuza, pues que los versos lo hagan como el cristal, en trocitos granulares, se dispersen y desparramen por todos los rincones. La poesía es cristalina, de ahí mi anhelo de perdurabilidad, solidez y fuerza». De vidrio templado concluye con una adenda, en la que se añaden once poemas que componían el breve librito con historia, Qué cortas las horas, que se explica en el exordio inicial.