Los huesos de Zelaya

Trata esta obra sobre la vida y la muerte de un joven delincuente, especialmente su muerte en una zona rural al norte de la ciudad de Buenos Aires y la investigación que de ella derivará. El rasgo distintivo de esta historia es la estupidez humana, que emerge principalmente de las decisiones que fueron tomando los involucrados luego de acaecido el hecho trágico, tanto los protagonistas como también quién los asistía legalmente creyendo, enceguecido por su vanidad, que ejercía su tarea dotado quizás con el don de la infalibilidad. A tales avatares se oponen el juez instructor Jesús de Mutiloa y su fiel colaborador el subcomisario Zabala, aliados en la lucha contra las intrigas.