Los hijos del mal

Esta novela está inspirada en una leyenda que las gentes del pueblo dan por cierta, pero no hay documentos que lo acrediten, ya que los hechos fueron tan truculentos que la institución de la iglesia los tapó.La madre superiora del convento de las trinitarias, encarga el arreglo del retablo de la capilla. Cuando los carpinteros lo están reparando, detrás de este, descubren una puerta tapiada con piedras que de forma accidental se viene abajo, dejando al descubierto unas escaleras de bajada. Dan aviso a la priora y cuando esta se presenta se queda sorprendida, ya que desconocía su existencia. Intrigada por el descubrimiento decide bajar acompañada de los obreros. Al llegar descubren una cripta con seis sarcófagos. La monja se dispone a investigar a quien pueden pertenecer pero, una intensa niebla acompañada de una bajada de temperatura irrumpe en el lugar y tienen que abandonarlo. Al salir, uno de los trabajadores gira la cabeza y observa una extraña silueta en medio de la neblina. De inmediato se lo comunica a la monja, y esta riéndose le dice que se trata de una alucinación por hallarse en ese lugarYa en el despacho, la priora busca información en los archivos sobre los cuerpos que descansan en la cripta y descubre un diario que pertenecía a la primera superiora que dirigiera el convento. Al leerlo se queda aterrada sin dar crédito a su contenido.Al día siguiente una joven novicia desaparece y la priora lo pone en conocimiento del arzobispo. Quien de inmediato envía a la policía para que investigue la desaparición.Cuando esta llega al convento, nada es lo que parece. Inician la investigación y descubren un horror oculto bajo los cimientos. A partir de ahí, los agentes se verán inmersos en un caso que les conducirá al mundo de la metafísica, donde todo lo conocido para ellos, dejará de tener sentido al adentrase en el tenebroso mundo de Belcebú.