Casa De Muñecas

Un drama existencial propio de cualquier relato posible dentro de la concepción de la cotidianidad en cualquier lugar de la Tierra e, igual, dentro de cualquier estrato social, atemporal desde la base misma de su planteamiento moral, ideológico y filosófico: es el fiel reflejo de la vida misma, y, Casa de muñecas, un título que el autor noruego Henrik Ibsen propone de forma brillante y sutil, asumiendo su libre dualidad. Pero no se trata de una “novela rosa”; por el contrario, se trata de un drama crudo y descarnado, propio y posible absolutamente dentro de la acepción real de lo que el drama de la vida y la existencia son en esencia. El rígido y vertical Torvald Helmer, al lado de Nora, su bellísima esposa, rodeados en su entorno familiar por el paternal doctor Rank, el frío y calculador Krogstad, la cálida Ana María y la incondicional Cristina, afrontarán el tempestuoso huracán de todas las gamas posibles de la cotidianidad en sus variables más positivas y negativas. Casa de muñecas puede ser considerada como la obra más universal del brillante y talentoso Henrik Ibsen, la obra que inmortalizó su nombre y que le otorgó tras su deceso lo que en vida jamás alcanzó a concebir podría llegar a ser en su real dimensión, el instalador de su nombre en mayúsculas letras doradas para la posteridad de las artes escénicas y literarias noruegas de toda la historia.