Cuando los Gobiernos de varios países empezaron a tomar medidas, para intentar atajar la pandemia que se avecinaba, debido a un desconocido virus llamado COVID-19, al encontrarme en ese momento viviendo en Sydney con mi familia, decidí que, a través de mis cuentas de Instagram y Facebook, publicaría mis impresiones a diario, vistas desde la perspectiva de una española, que se encontraba a miles de kilómetros de su tierra y sus seres queridos. Este diario ha sido una gran terapia en esos momentos complicados de incertidumbre, y me ha ayudado, sobre todo, a sentirme más cerca que nunca de mi gente. He disfrutado muchísimo escribiendo sobre historias locales australianas, meigas gallegas, Star Wars, la vida de los expatriados y sus sensaciones, viajes sin planificar, hijos, Madres con mayúscula, comida regional, azafatas de vuelo, el efecto perspectiva, pájaros y pajarracos, entre otros, y sobre todo, leyendo los comentarios de mi familia, amigos, contactos e incluso desconocidos navegantes internautas. Nos hemos reído, emocionado, indignado, enamorado y hasta llorado. Y juntos, nos hemos sentido más cerca que nunca. Si quieres sentir las mismas sensaciones, no te quedes con la curiosidad y compruébalo por ti mismo. Seguro que con muchos de los comentarios y alusiones, te sentirás totalmente identificado.