La presente obra contempla la huella de nuestra historia taurina, desde la segunda mitad del siglo IXX nuestras tierras del aljarafe sevillano acoge las mejores ganaderías del toro bravo, desde la famosa y ya desaparecida ganadería de los Pablo Romero, los Saltillos, Melgarejo, el legendario hierro de Concha y Sierra, un tesoro genético de la cabaña brava española. Una ganadería sin igual, con muchísimos años de historia y con innumerables tardes gloriosas.Afortunada experiencia de la que comparto a continuación, uno de sus muchos capítulos de estas vivencias taurinas de nuestro pueblo de Sanlúcar la Mayor. En este viaje por la Tauromaquia de nuestro querido pueblo, y en los primeros capítulos de nuestro trabajo donde en aquellos difíciles años de la posguerra tres jóvenes buscan abrirse camino en el mundo de la torería, con ilusión y valentía, con un hatillo a cuestas, con hambre de libertad, con sed de triunfo, pero en la mente una meta, un sueño y las ganas de culminar esa escalera tan larga que a veces no tiene final.Antonio Martínez López «Sanluqueño» nos cuenta a través de su memoria en los siguientes capítulos desde su partida a Gerona en 1953, donde comenzará a vivir con muchos sacrificios su aprendizaje en aquellos primeros años de espontáneo en el coso de Santa Eugenia, y que pronto llenaría las plazas como: Olot o Figueras, donde tuvo un excelente debut, el 8 de mayo de 1955. Su debut en Sevilla el 4 de mayo de 1958, con Victoriano Valencia y Antonio Cobo, despertó una inusitada expectación en Sanlúcar la Mayor y que se vio reflejada en el gran número de paisanos que acudieron esta tarde a la Maestranza para presenciar su actuación novilleril en el coso del baratillo. El 10 de agosto de 1958, vestido con un terno blanco y oro, anunciaba la alternativa en plaza de San Feliu de Guixols. En esa misma plaza intervine al año siguiente junto al polifacético Mario Cabré, en un festival benéfico para el asilo de ancianos de la localidad.En esta humilde biografía de nuestro paisano Antonio Martínez López «Sanluqueño» nos da conocer las numerables tardes de triunfos por los ruedos españoles junto a grandes figuras del toreo de la época; también sus fracasos, sus cornadas, sus tardes sin cobrar un duro, su empatía en su participación en las fiestas de beneficencias. La prensa dio testimonio de un torero humilde, entregado por la fiesta, el arte soberano ligado a un elegante modo de torear. Valor sereno y frío, elegancia, pararse con el toro y ejecutar bien la suerte de matar.Este tiempo recorrido en sus diferentes cronologías de su vida taurina nos dará a conocer la figura de un gran torero. Es para mí un enorme placer contribuir con este, mi primer libro, donde he recopilado y ordenado la trayectoria taurina de Antonio Martínez López «Sanluqueño» para que no se pierdan sus memorias, y puedan disponer las presentes y próximas generaciones